LA BARRANCA DEL DIABLO
La leyenda cuenta cómo San Pedro encerró al diablo en lo profundo del
barranco para evitar que este le hiciera daño a la gente, y cómo el
diablo se las ingenió, para molestar a los seres humanos incluso desde
las profundidades
En esta larga persecución, en la cual San Pedro aventajaba al diablo, el demonio se fue arrinconando hasta que cayó al fondo al barranco.
Cuando San Pedro se dio cuenta del escondite del diablo, saltó por encima del barranco. Al saltar, la huellas de sus sandalias se grabaron en un tipo de barda natural. Desde entonces, todos los que pasan por la carretera pueden ver las huellas de sus sandalias a un lado del puente de Lombarda.
El demonio no cesa en sus intentos por escapar del fondo del barranco. Con cada intento su furia aumenta considerablemente, por lo que lanza enormes llamaradas de fuego que producen un calor casi insoportable en toda la región.
Algunos aseguran que este aire es tan caliente, que hasta los automóviles que transitan por la carretera cercana al barranco se calientan y prenden fuego.
Los pobladores tratan de no circular de noche por este paraje, ya que aseguran que las llamaradas son tan potentes que toman la forma de la cara del diablo, transformándose en un espectáculo espeluznante.
Dicen que se escucha gritar al demonio mientras lanza amenazas a San Pedro, diciéndole que no ahorrará esfuerzos hasta alcanzar con su fétido aliento cada rincón de la región.
Desde el momento en que San Pedro logró encerrar al demonio las altas temperaturas son insoportables en Puruarán Carácuaro, Huacana, Huetamo, Churumuco y muchos otros lugares michoacanos
Comentarios
Publicar un comentario